El origen del festejo se sitúa en 1850, cuando un grupo de estudiantes decidió formar un cortejo presidido por una sardina que sim-bolizase el ayuno y la abstinencia, para revivir la fiesta que se hacía en Carnaval. Tras años de intermitencia en la celebración del desfile, en 1900 se redacta un proyecto para resuci-tarlo y enmarcarlo en el conjunto de Fiestas de Primavera murcianas. El Entierro revive viejos mitos pa-ganos en los que el fuego cumplía una función purificadora, al tiem-po que hace volver el carnaval para olvidar las privaciones de la Sema-na Santa recién concluida, como una alegoría de la victoria de don Carnal sobre doña Cuaresma.
Toda la semana de Fiestas está salpicada de diversos desfiles y actos que llevan a cabo los llamados grupos sardineros, grupos que toman sus nombres de los dioses de la mitología griega y romana como recuerdo a las antiguas civilizaciones asentadas en la cuenca medite-rránea. Estos grupos, a su vez, eligen a un “Gran Pez” y a una “Doña Sardina” para que ejerzan el padrinazgo y madrinazgo de la fiesta.La llegada de la sardina a la ciudad da el pistoletazo de salida a esta popular fiesta murciana. Cada año llega procedente de algún municipio de la Región donde se realiza la despedida y se organiza una multitudinaria fiesta con desfiles y reparto de juguetes, anticipando lo que vendrá mas tarde en la ciudad.Durante los días previos al entierro, Murcia se encuentra extraordinariamente animada por el bullicio de charan-gas y pasacalles a la espera de la llegada del momento álgido, el sábado por la noche.De estos desfiles previos al Entierro destacan el Testamento y el Velatorio de la Sardina. El día del testamento y tras el desfile por las principales arterias de la ciudad, al llegar la noche, Doña Sardina es la encargada de ex-poner las últimas voluntades siempre impregnadas de un acentuado sentido del humor con el que se parodian todos los temas de actualidad
El Entierro de la Sardina es un desfile popular en numerosos lugares de nuestro país y que, habitualmente, sirve para cerrar los Carnavales. En Murcia, sin embargo, este evento posee ciertas características que lo hacen destacar por su originalidad. Una de ellas es la fecha en que se celebra, ya que se realiza más tarde, el sábado posterior a la Semana Santa, enmarcándose dentro de las Fiestas de Primavera de la ciudad, habiendo sido declarado fiesta de Interés Turístico Internacional.
El sábado por la mañana tiene lugar un pasacalles por la ciudad en el que gran cantidad de público se aglutina en torno a los sardineros como paso previo al gran desfile que tendrá lugar esa noche, y al que asistirán cientos de miles de personas.El acto central de la fiesta es un gran desfile, lúdico y variopinto, mezcla de carnaval y mitología, que amalga-ma comparsas, dragones, gigantes, cabezudos, y grupos de baile y charangas provenientes de todo el mundo, que anteceden a la “procesión” de carrozas dedicadas a los dioses del Olimpo que, para alegría de los miles de niños que presencian el desfile, reparten toneladas de juguetes a su paso.Tras el desfile, tiene lugar el paroxismo final de la que-ma de la sardina junto al Puente Viejo, acontecimiento que se cierra con una exhibición pirotécnica a modo de contrapunto último al recogimiento que Doña Cuaresma imponía en su reciente reinado de Semana Santa.